Hoy hablamos de uno de los maestros de la música clásica pero antes de hablar de él vamos a aclarar que los músicos de su época eran poco más que los criados de sus mecenas, la música se escribía por encargo y el compositor no podía crear a su gusto sino a gusto del cliente.
Johannes Chrysostomus Wolfgaangus Theophilus, en definitiva, Amadeus Mozart nació en Salzburgo el 27 de enero de 1756. Fue niño prodigio, tanto es así que a la edad de 6 años comenzaría a componer y sería por entonces virtuoso del piano y violín.

Su primera composición sería la Sinfonía nº1 en Mi bemol mayor, que durante el programa podremos escuchar y analizar. Su padre, Leopold exhibiría su talento precoz y dará giras por innumerables cortes europeas junto a Nanerl, su hermana. Estos viajes harían que enfermara de la salud tan pobre que tenía, pero a su vez podría conocer con sus propios ojos los distintos estilos musicales de Europa.
Entre 1769 y 1781 trabajaría, no a mucho gusto para el arzobispo de Salzburgo, Mozart lo llamaba ‘encarcelamiento’ por lo que suponía tener que componer para otras personas. Pero el mayor éxito en vida de Mozart sería el estreno de su ópera Idomeneo, rey de Creta. Lo cual le dejaría abandonar Salzburgo y mudarse a Viena de manera definitiva, donde más tarde moriría a los 35 años.
Un año después se estrenaría El rapto del Serrallo, un cambio definitivo a la ópera alemana. Se casaría además con Constanze Weber, hermana de quien sería su verdadero amor. Aloysa ambas de Viena, pero finalmente no pudo casarse con ella y tuvo que ‘conformarse’ con poder estar a su lado siendo el marido de su hermana. a
En colaboración con Lorenzo da Ponte, libretista, escribiría las tres mejores óperas en italiano de todo su repertorio: Le Nozze di Figaro, Don Giovanni y Cosi fan Tutte, aunque no tuvieron la acogida exitosa que Mozart esperaba, de hecho lo dejó al borde de la ruina. Con La flauta Mágica conseguiría salir algo de la quiebra total pero el mismo año de su salida, en 1791 moriría Mozart.
La muerte de Mozart es un caso de mucha habladuría, de manera prematura cuando estaba escribiendo su propio Réquiem que dejó incompleto. Existe el rumor de que murió envenenado por Antonio Salieri, otro compositor de Viena. Pero no son más que habladurías, el Requiem fue un encargo del Conde Franz von Walsegg, quien había perdido a su esposa. Había escrito 626 composiciones, incluyendo 22 óperas (algunos citan 23), 1,3 20 misas, 49 sinfonías, 66 arias, 27 conciertos para piano.
Si aún queréis conocer más a éste personaje os invitamos a que pinchéis en el enlace al Programa 18 de nuestra Tercera Temporada o al «Miércoles Temático» en la barra de secciones.