Glam Metal: parte de la historia en torno a sus mallas y pelos cardados

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A lo largo del 2016 hemos hablado en varias ocasiones del GLAM METAL, un género bastante innovador en su época y, para algunos, prácticamente ya desaparecido o desactualizado. Pues bien, por si aún no ha quedado claro como luce este género, he aquí un resumen más visual que audible de lo que lo caracteriza.

Influenciados por la estética de sus predecesores del glam rock como: David Bowie, The New York Dolls, KISS o el artista Andy Warhol, eran los hijos del «glamour» de la década de los ’70s y pincipios de los ’80s.

David Bowie, KISS, Alice Cooper

Pese a que se le conoce como hair metal o pop metal, su influencia directa proviene de géneros más «duros» como el heavy metal en sí o el hard rock, e innova por incluir escalas de blues combinadas con estribillos y riffs de guitarra muy pegadizos. Como veremos a continuación las melenas, mallas, maquillaje y colores chillones son una de sus principales características.

Hay quien sitúa su origen en Los Ángeles, Estados Unidos y su alcance se ha expandido durante épocas a lo largo de todo el mundo hablando de placer, sexo, alcohol y drogas en sus letras y siendo Japón otro foco clave del estilo aunque algo personalizado.

Nitro (1989)

La historia del glam metal se divide en una serie de oleadas muy influencias por el panorama internacional.

Entre 1980 y 1985 se sitúa la «Primera Ola» y, como ya he mencionado, hay quien la sitúa en la ciudad de Los Ángeles. Durante estos años comienzan a surgir bandas y grupos con intención de conformar un nuevo género que dejara de lado (aparentemente) virtuosismos, letras de denuncia social o temas experimentales y se centrara en la felicidad del público, el espectáculo y, por qué no, las baladas al más puro estilo romancero poético.

Su vistosa apariencia empezó a hacerse un hueco en los clubes, que posibilitaron el ascenso de los grupos y que intentaron cambiar su agenda evitando bandas de, por ejemplo, punk rock cuyos conciertos a veces iban acompañados de agitación y violencia. En 1981 Mötley Crüe lanzaría su primer álbum: Too Fast for Love, acompañado de Breaking the Chains de sus conciudadanos Dokken (de Los Ángeles). Un año después Dawn Patrol, del conjunto de San Francisco Night Ranger, conseguiría el primer puesto de las listas de Estados Unidos, reforzando la emergente influencia del género.

En 1983 el género se establecería como propio y no tanto como un derivado de la mano de Metal Health, Lp debut de Quiet Riot y pionero por ser el primer álbum de glam metal en alcanzar el nº1 en los Billboard Music Charts.

De esta época podemos destacar los primeros álbumes de bandas como Ratt, Quiet Riot, Bon Jovi, o Twisted Sister, por ejemplo. Con temas tan sonados como We’re not gonna take it, Runaway o Too Young to Fall in Love. Por otro lado, el mundo acogería con agrado esta nueva corriente musical con bandas emergentes como los suecos Europe, los japoneses Loudness o los británicos Def Leppard (con su éxito Photograph, entre otros).

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Twisted Sister (arriba) & Bon Jovi (abajo)

Los siguientes cinco años (1986 a 1990) conforman la «Segunda Ola» del Glam Metal y es la mayor época de crecimiento del género, no sólo por el aumento del número de bandas sino por su expansión mundial y por la gran popularidad que rodeó a grupos y canciones. Llegó un punto que las influencias pasaron a ser influenciados y grupos como Whitesnake, Aerosmith o los mencionados KISS o Alice Cooper lanzaron Lps con sonidos más metaleros y glamurosos.

Es entonces cuando éxitos de la talla de The Final Countdown alcanzan los altos puestos de las listas del mundo (hasta en 26 países diferentes lo hizo el single homónimo). Si quererlo ni beberlo la fama y la fortuna empieza a rodear a los grupos y, debido a su imagen, cadenas como la MTv aprovecharon el tirón hasta la saciedad. Cabe destacar la aportación del teclado al estilo que en innumerables ocasiones lidera el tema por encima de la guitarra o la voz.

Mientras emergen grupos como Cinderella, Skid Row y Poison y bandas consagradas llenan estadios con nuevos himnos como Livin’ On A Prayer (Bon Jovi) o Animal y Pour Some Sugar On Me (ambas de Def Leppard), un nuevo subgénero comienza a dejar de lado las mallas, el maquillaje y los colores chillones. Influenciados por el hard rock, grupos como Gun n’ Roses o Mötley Crue vuelven a las chupas de cuero y al color negro (pero con melenas cardadas eso sí) dando vida a un género más agresivo, el Sleaze Metal. Aparentemente más underground y con un sonido más callejero y menos excéntrico mantiene la línea gracias a himnos como Sweet Child O’Mine o Dr. Feelgood (respectivamente) a la par que sus predecesores.

Guns N’ Roses (arriba) & Mötley Crue (abajo)

Como bien se suele decir, no todo lo bueno es eterno y es que la «Tercera Ola» de Glam Metal se caracteriza por abarcar una época de decadencia del género bastante repentina. Lo que en su día fue un placer para las bandas entre los años 1990 y 1996 llegó a ser un martirio.

Al sexo, drogas y rock n’ roll le siguieron accidentes, muertes y suicidios causados por los excesos y los altibajos de los estados de ánimo de los músicos. Estas idas y venidas van directamente relacionadas con la pérdida de éxito de sus temas. Si alguien sospechaba que la población pedía un cambio era porque quizá los medios habían sobreexplotado el género. Los videoclips dejaron de aparecer en las televisiones sustituidos por los de otros estilos musicales. Uno de ellos fue el grunge que, con el auge de Nirvana y su Lp Nevermind, ratificó que la sociedad quería algo diferente. Las discográficas no fueron menos y también dejaron de lado a quienes, en su día eran los reyes de la música y la fama mediática.

Algunos locales y regiones (sobre todo en Estados Unidos tras la victoria de los conservadores) empezaron a considerar el hard rock como un género oscuro relacionado con el misticismo y, por qué no, el satanismo y la violencia (prohibiendo los conciertos). Si a todo eso se le suma la separación de bandas o el abandono de cantantes como Sebastian Bach (vocalista de Skid Row), entre otros, la situación del glam metal a escala mundial estaba, cuanto menos, de capa caída.

El único atisbo de esperanza fue la fórmula de la llamada «power balad» que consistía en comenzar un Lp con una canción fuerte y potente (propia del estilo) y, a continuación, el siguiente tema sería una balada o canción romántica para enamorar y atrapar a las fans. El problema es que está «fórmula» llevada a cabo por managers y discográficas fue tan recurrente que el público se lo acabó tomando como algo forzado y ficticio y no fruto de los sentimientos. A The Final Countdown le seguía Carrie o a Here I Go Again lo hacía Is This Love? pero, pese a su éxito, no consiguieron remontar el panorama musical del momento.

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Def Leppard (arriba) & Aerosmith (abajo)

Por suerte la música es eterna y el avance de la tecnología ha hecho posible que aquellas bandas que sonaron entonces perduren en hasta nuestros días, sigan unidas o no (excepto Bon Jovi que, como banda, lleva unida desde sus inicios y aguantó tanto en épocas buenas como en las malas).

Mientras que algunas bandas han vuelto a reunirse recientemente, como los aclamados Guns N’ Roses, otras lo han ido haciendo paulatinamente en la llamada «Cuarta Ola» o Glam Contemporáneo que abarca desde el año 2000 hasta nuestros días. Grupos como Europe, Poison, Twisted Sister, Skid Row, Def Leppard o W.A.S.P siguen sacando discos mientras nuevas bandas jóvenes retoman las pintas y los sonidos de lo que ellos oían  cuando eran jóvenes.

Aun así, muchas de estas bandas han mantenido el sonido agresivo incorporado en los ’90 llegando a no diferenciarse si maquillajes como los de Black Veil Brides o temas como los de Hardcore Superstar, pueden incluirse en el glam metal o no. De esta nueva etapa cabe destacar bandas como Reckless Love, Crashdïet, Santa Cruz, BlackRain, Steel Panther, The Local Band, Crazy Lixx o, los ya mencionados Hardcore Superstar (pese a que en todos ellos haya cada vez más Sleaze y menos glamour).

Olli Herman (Reckless Love), Satchel (Steel Panther), Simon Cruz (Crashdïet)

* Gran parte de lo mencionado suena o sonará en nuestro programa y es sólo una parte de todo lo grande que es este género y sus músicos.

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