Aunque ya hablamos del worldbeat hace tiempo, fue tan fugaz y escueto que no llega ni a una anécdota si se tiene en cuenta todo lo que supone este movimiento musical. El ejemplo en cuestión es Bibia Be Ye Ye de Ed Sheeran, que pertenece a su disco Divide (÷) y cuyos ritmos y ambientación nos sitúan en áfrica pero con un toque pop muy común en los años ’80.
El worldbeat es un género fusión de la tradición y lo más actual de la escena pop, o pop-rock. La primera parte de esta definición es muy amplia pues el folclore musical internacional es, cuanto menos, diverso. Además, la segunda parte también es muy extensa ya que durante la década de los ’80 el abanico musical era más reducido, pero ahora la mezcla puede darse con estilos más modernos como la música electrónica, en general.

Paul Simon es uno de esos artistas que tuvieron que luchar por esta fusión en tal época y Graceland es su ejemplo más visible. Lo que ahora se puede hacer desde un ordenador antes implicaba más «movimiento» y a este artista norteamericano llegó a costarle más de un conflicto político lo que muchos tratarían como un experimento artístico.
Este disco es uno de los más exitosos de la carrera de Simon y ha sido reeditado en diferentes formatos y ediciones, cabe destacar la del 25 aniversario y la del 35, que no es tan común. Su número de pistas es, por tanto, muy variable pues desde un formato original con once se han llegado a publicar hasta diecisiete.
Graceland es esa canción que no sólo se merece dar nombre al disco sino que tiene una historia detrás bastante interesante. Cualquiera que la haya escuchado reconocerá el estilo del cantante desde el primer momento. Su voz narrativa y ágil es característica de Paul y representa parte de la etapa de este cantante. Tras romper con su mujer, Carrie Fisher, hizo un viaje a Graceland, la famosa mansión-museo de Elvis. Fue segundo single y ganó en 1988 Grammy a la «Mejor Canción del Año».

Este álbum combina a capellas corales típicas de la música sudafricana así como otros elementos de ese folclore: ritmos, instrumentos… También el pop-rock de Paul, su estilo característico vocal y el zydeco, blues de Luisiana.
Cuando Paul Simon viajó a Sudáfrica la situación política data de la época del Apartheid por lo que conseguir juntar diferentes razas étnicas para una grabación musical era, cuanto menos, una odisea. Paul optó por una estrategia que otros como Johnny Clegg también llevaron a la práctica por aquel entonces, cogió a varios artistas locales que conoció en las calles de Johannesburgo y se lo llevó a Estados Unidos. Las sesiones de grabación duraron desde octubre de 1985 hasta junio de 1986 y, cuando parecía que estaba todo cerrado, decidió aprovechar la expectativa y jugársela con un tema nuevo en Saturday Night Live, Diamonds On The Soles of Her Shoes. Tal fue el triunfo que se retraso el lanzamiento desde julio hasta agosto para poder masterizar en condiciones esta canción e incluirla en la versión original del disco.
Aun fuera de Sudáfrica, este disco levantó polémica y llevó la crítica a un terreno fuera del gusto musical y la colaboración cultural se puso en duda desde un punto de vista político. La colaboración con Los Lobos también es digna de mención y su gran material en la versión más completa: versiones acústicas, demos…. Lo hacen uno de los mejores, y más completos, trabajos en la carrera de Paul Simon.
El video a continuación pertenece al tema You Can Call Me Al y fue publicado como primer sencillo y adelanto del disco. Top 5 en siete países y con una anécdota detrás bastante curiosa. Estaba Paul en una fiesta, de esas con gente importante y muchos artistas y personajes del mundillo; cuando el productor francés Pierre Boulez confundió a nuestro protagonista y le llamó Al. Este simple hecho se llevó al estudio y es uno de las anécdotas más exitosas de la discografía de Paul Simon.