De joven Julio Cortázar aprendió a tocar el piano y la trompeta, pasó de la música clásica al tango y luego descubrió el jazz. Todo ello le convirtió en un melómano y gran coleccionista, pero también caló hondo en su literatura.
En esta sección de curiosidades le escuchamos describir el sonido de sus obras, la referencias en trabajos como «Rayuela», «Las Ménades» o «El Perseguidor» y os contamos su historia con la música ¡Esperamos que os guste!